Design & Crafts Inspired by Nature

La inspiración está en riesgo

La artesanía está de moda.

Que la artesanía está de moda ya nadie lo niega, no sabemos hasta cuando, probablemente hasta que se nos pase el susto del cuerpo.

En tiempos de incertidumbre, cuando la distopía se adueña de los futuros posibles y el presente nos ahoga, sólo nos queda el pasado como refugio.
Sabemos también que el pasado es una construcción. Lo que recordamos de lo sucedido no es más que lo que cada uno ha ido modelando y modificando cada vez que lo ha recordado, es por tanto una construcción subjetiva. No es es momento de ahondar en cómo nos construyen las subjetividades (Deleuze), pero creo que el proceso de modulación del pasado no es más que eso, una reconstrucción de las subjetividades, más allá de los revisionismos históricos.

Así pues, la vuelta al pasado como refugio nos trae una renovada admiración por lo artesanal, todo lo hecho a mano queda bendecido por su propio ser manual. No obstante, la modernidad y el capitalismo dejó en nosotros un olor impregnado sobre el valor de la novedad, olor del que nos resulta muy difícil desprendernos y es por eso que no nos queda más remedio que revestir de novedoso algo que, en realidad, no lo es tanto y  hablamos de la artesanía contemporánea como si se tratara de una nueva forma del lujo, hecho que puntualmente podría llegar a suceder.

Es preciso acotar, por tanto, de qué hablamos cuando hablamos de artesanía contemporánea. 

Atendiendo a la semántica debería ser la que se hace en este tiempo, pero intuimos que esto no es así, que toda la artesanía que se hace ahora no está dentro de esa categoría, como no todo lo que se construye es arquitectura contemporánea.

¿Cómo podemos identificar, entonces, el valor de la contemporaneidad en la artesanía que se hace y se vende hoy día?, porque poner la mirada en el pasado, rescatar técnicas, procesos o habilidades ancestrales sabemos que no es suficiente, se necesita un empuje renovador que acompañe a ese proceso de afianzamiento de la raíz, aunque algunos autocoronados como emperadores salvadores de la artesanía no lo entiendan.

Sucede entonces que es preciso llevar a cabo una auténtica renovación de la artesanía si pretendemos incorporarla definitivamente a nuestras nuevas formas de vida (sean o no distópicas) y a mi entender, ese proceso necesita abordar, al menos tres cuestiones fundacionales:

1.- Entender lo que significa producción sostenible y porqué sin respeto al medio ambiente no hay futuro, porque, aunque estemos hartos de oir lo contrario, no todos los procesos de producción artesanal soportarían un análisis detallado sobre su huella de carbono en todo su ciclo vital, además del uso de productos tóxicos o nocivos para el medio. Los artesanos también contaminan, y algunos mucho.

2.- Entender que la inspiración está en el riesgo y que solamente mediante la recuperación y la repetición de lo aprendido o lo heredado podremos llegar a ser, como mucho, mediocres excepcionalmente habilidosos.

3.- Asumir que la puerta que nos conducirá a la auténtica renovación de cualquier oficio o arte sólo puede abrirse desde dentro. Sólo desde dentro de la artesanía se podrá renovar la artesanía, por eso, los procesos de colaboración entre artesanos y diseñadores, que pueden llegar a ser interesantes algunas veces, no nos aportarán, en ningún caso, la renovación que buscamos.

Cada uno de estos tres aspectos merecen un post independiente y desde hoy me pongo manos a la obra para intentar hacer un desarrollo razonado de cada uno de ellos de manera más extensa.

«Que las musas nos pillen arriesgando»

Otros artículos: